Silogice tiene exitosa acogida durante el segundo Workshop de la USACH 

Por Lesly Medina

Agradecimientos,  reflexiones y la adquisición de técnicas para alcanzar el éxito caracterizaron la jornada del segundo Workshop: “Lenguaje, Pensamiento, Emoción, Éxito” organizado por el Círculo de Ingenieros Comerciales de la USACH.

“Me voy feliz”, “De ahora en adelante estaré más pendiente de lo que digo”; éstas y otras expresiones  más de los participantes fueron la tónica del segundo ciclo del exitoso workshop “Lenguaje, Pensamiento, Emoción, Éxito”, organizado por el Círculo de Ingenieros Comerciales de la Universidad de Santiago de Chile (USACH), realizado recientemente en el Hotel Plaza El Bosque.

La actividad tuvo por objetivo dar la oportunidad a los participantes de conocer la metodología Silogice para alcanzar el éxito, a través del uso de técnicas del lenguaje que son fáciles de recordar, y además, son muy efectivas para la comunicación organizacional.

José Cuevas, Ingeniero Comercial de la USACH, a cargo de la metodología Silogice, explica que el objetivo apunta a entregar una experiencia en la que cada asistente, con mecanismos lingüísticos fáciles de recordar, desarrollen su propia estrategia para alcanzar su objetivo tanto personal como laboral.

El ingeniero comercial detalla que el primer paso para vivir la experiencia Silogice es que cada participante examine su propio lenguaje habitual y analice cómo le contribuye a alcanzar su proyecto de vida, el cual es expresado luego con las transformaciones lingüísticas propuestas durante el desarrollo de la actividad.

“Si tú quieres ser el mejor vendedor de tu empresa, del país o el mundo, y mantienes en tu repertorio lingüístico frases como: ‘esto no le va a fallar nunca’, has usado tres palabras que disponen al cliente a preferir otro producto”, ejemplifica Cuevas.

Y añade: “Los términos ‘no’, ‘falla, ‘nunca’ lo que hacen a nivel cerebral es liberar químicos que colaboran al estrés. Nuestro método propone que para alcanzar tu objetivo, prefieras usar: ‘esto siempre le va a funcionar’, y con eso abres la puerta del ‘modo sí’, que es la mejor disposición que puede tener tu interlocutor”.

El lenguaje y el mundo laboral

La metodología Silogice basa su efectividad en datos que son compartidos por varias disciplinas, las neurociencias, psicología, deporte, administración de empresas, etc. Todas concluyen que personas positivas logran más rápido sus objetivos y están más saludables.

Según Cuevas, quien trabajó durante 25 años en el área de Recursos Humanos, aquellos trabajadores que se sienten integrados en una organización son más productivos. “Es por ello que durante este workshop trabajamos, además de Lenguaje Positivo, los conceptos de Lenguaje Responsable y Lenguaje Integrador”, comenta.

Estos otros dos conceptos, Responsable e Integrador, a nivel organizacional, apuntan a poner nombre y apellido en las asignaciones laborales, usar verbos que definan acciones concretas y que cada integrante de la organización comience por usar el “yo soy responsable de…”.

Durante el cierre del evento, Cuevas  agradeció a los participantes por su asistencia, y les propuso utilizar el lenguaje a su favor. “Cada uno puede generarse emociones positivas para sí y su entorno; ¿cómo?, eligiendo usar el lenguaje que los conduzca a alcanzar sus objetivos. De eso se trata Silogice”, enfatizó.

Los tres tipos de lenguaje que conducen a la productividad organizacional

Imagen tomada de muypymes.com. Colaboradores felices se traduce en una organización productiva.
Imagen tomada de muypymes.com. Colaboradores felices se traduce en una organización productiva.

Por Lesly Medina

Objetivos de la empresa, plan organizacional e integración de los colaboradores son los tres pilares de funcionamiento que se alcanzan con el lenguaje.

A propósito del  recién festejado día de la felicidad y su relación con la productividad de los trabajadores, me preguntó un cliente cómo hace para generar mayores niveles de felicidad al interior de su organización sin modificar su presupuesto.

Comencé explicándole que todos los beneficios derivados de este concepto: personas motivadas, alineadas con la organización, comprometidas, etc. elevan los niveles de productividad (consultar caso de la empresa española de electricidad Iberdrola y la compañía cervecera danesa Damm).

El segundo punto a tener en cuenta, comenté a mi cliente, es que este concepto –felicidad– se traduce en un estado emocional que cada persona genera en su cerebro y mente a través de la herramienta llamada lenguaje.

Por tanto, argumenté, usa esa misma herramienta para generar ese estado al interior de tu organización. Acto seguido, le detallé cómo hacerlo.

 Método Silogice para lograr productividad

Silogice es un método que usa el lenguaje para lograr los objetivos previamente trazados, ya sea a nivel organizacional o personal.

A nivel organizacional, Silogice se centra en tres grandes pilares que conducen al funcionamiento organizacional y colabora con el aumento de los niveles de felicidad, a través de:

  1. Orientación al objetivo a través del Lenguaje Positivo.

En este punto, las empresas logran sus objetivos comunicando a los colaboradores, en positivo, lo que sí debe hacer, contrario a la forma habitual que tienen las organizaciones. Por ejemplo: en lugar de decir que parte de las normas internas son “No llegar tarde”, decir “Llegar en el horario de entrada establecido por la empresa”.

  1. Cumplimiento del plan organizacional y cobertura de funciones mediante el lenguaje responsable.

Se refiere al uso de lenguaje descrito en acciones concretas con nombre y apellido. En lugar de “Hay que cambiar el foco de la bodega”. “José González, responsable de logística, eres responsable del cambio del foco de la bodega”. En lugar de que el jefe diga “mi equipo no está logrando las metas de venta”, un jefe debe decir: “Yo aún no logro que mi equipo de ventas logre sus objetivos…”

  1. Integración y Empoderamiento, usando el lenguaje integrador. “Soy Capaz”, “Yo puedo”, “Soy Capaz”, “Logramos”, “Podemos”, “Somos capaces”, “Mi equipo de trabajo y yo estamos dispuestos a dar lo mejor”, “Tengo un excelente equipo de trabajo”, “Nuestra empresa es una excelente organización”, “Estamos encontrando las mejores oportunidades en el escenario actual de la economía”. Son expresiones ejemplo de un clima laboral adecuado y equipos integrados para la productividad.

En la realidad empresarial, tanto en nuestra experiencia como en las estadísticas y estudios hemos detectado que el éxito de la organización se produce cuando las personas emiten juicios positivos sobre sí mismos, sobre su equipo y sobre su organización. Los climas laborales productivos estás caracterizados por declaraciones positivas sobre la organización y el entorno humano que rodea a cada trabajador (Istas21, Great Place to Work).

Esto se aplica a todas las organizaciones: La interacción humana utiliza el lenguaje como sistema de intercambio de mensajes y coordinación de acciones. El lenguaje es verbal, para-verbal y gestual o corporal. El éxito de la organización está basado en la capacidad productiva individual o competencia laboral, y en la capacidad de interactuar positivamente en pos del objetivo común. Es en este segundo aspecto donde una empresa puede hacer la diferencia y lograr el éxito: en la coordinación de acciones de individuos competentes.

La coordinación para el éxito estará asegurada cuando la organización utilice estos tres lenguajes: Positivo, Responsable e Integrador.

Si quieres conocer más del método y aumentar los niveles de felicidad al interior de tu organización escríbenos a contacto@masvale.cl.

Los lenguajes de las emociones de la película “Intensamente”

Emociones protagonistas de la película Intensamente de Disney Pixar.
Emociones protagonistas de la película Intensamente de Disney Pixar.
Por Lesly Medina

¡Qué gusto!. Qué gusto saber que hasta para Disney, la era de  la enajenación, del patrón repetitivo, del príncipe encantado va de retirada. Y ahora la era del “individuo”, que intenta entenderse, encontrarse a sí mismo,  va dando paso a películas como “Intensamente”. 

Una manera de entendernos es a través del lenguaje, porque lo que dices con la boca y el cuerpo (lenguaje verbal y gestual) es un termómetro de cómo está tu mente, tu cuerpo y tu estado de ánimo. Así, cuando muestran a Riley, protagonista de la película “Intensamente”, en su ciudad natal, ella se expresa como una niña feliz. Y luego, cuando está viviendo el cambio a San Francisco, su lenguaje es de enfado.

Dicho esto, te invito, a que prestes atención a las palabras que usas frecuentemente, te darás cuenta del tipo de emociones que estás experimentado: tristeza, ansiedad, felicidad, enojo, ira, etc.

Los tres lenguajes de la emoción positiva: Silogice

Un aspecto muy importante que también se trata dentro de la película es el de la generación de pensamientos positivos (representados de color verde) y su consiguiente repercusión en todo el cuerpo.

Justamente, el uso del lenguaje como herramienta de auto generación de pensamientos positivos para proveer bienestar y salud es de lo que se trata el método Silogice.

En este método entrenamos a las personas para llevarlos al “Modo Sí”, que da a cada uno la oportunidad de brindar y brindarse emociones sanas con un lenguaje positivo. En esta parte, por ejemplo, cambiamos la expresión habitual de “no hay problema” por “con todo gusto” o “por supuesto”. Si te preguntas el por qué, te pido que pienses, cuál es el color que le pondrías a la palabra “no” y “problema”…; y ahora imagina el color de “gusto”. La primera pregunta es generalmente contestada con color gris, negro, oscuro; “gusto” tiene colores brillantes y claros: “amarillo, verde”. Palabras positivas generan sensaciones positivas.

Luego apuntamos a adquirir el hábito del lenguaje responsable, que es el de tomar el control de la vida a través del lenguaje  personal. Por ejemplo, en el ámbito de las relaciones de pareja, decir “Yo decidí creerte” en lugar de “Tú me engañaste”. ¿Cuál es el truco? Que cuando pronuncias el yo, que es tu elección, estás diciendo “yo mando”, “yo tomo el control de mis emociones y vida”.

Posteriormente, llegamos al lenguaje integrativo, que es el de los juicios hacia otros y hacia uno mismo. Este tipo de lenguaje apunta a estar bien contigo y los otros. Por ejemplo, decir “estoy aprendiendo las matemáticas” en lugar de “soy malo para los números”. En este último caso, la frase “estar haciendo” implica un estado, lo cual nos lleva a verlo como transitorio; o sea, en algún momento aprenderás los números; en cambio, “soy malo para…” tiene un significado de esencia, de permanencia, de que no hay manera de cambiarlo.

 Entender todo tu mundo interior, tus hábitos, premisas; a través del lenguaje (verbal y corporal) y cambiar esos hábitos para que se expresen a través de un lenguaje positivo es el método Silogice.