Las tres claves de la gestión del desempeño

Imagen-Desempeño-MasvalePor Lesly Medina

¿Por qué es importante decir “gestión del desempeño” en lugar de “evaluación del desempeño” preguntó un asistente a una charla sobre una nueva herramienta para la evaluación del desempeño. ¿Cambia los resultados de la evaluación? ¿Acaso mi jefe me va a poner mejor nota?

De esa conversación surgió una gran reflexión sobre cómo decimos las cosas y cómo el decirlas “así o asá”, cambia la realidad organizacional y personal.

Durante la charla que les comento, la respuesta fue –así lo acordamos con los gerentes– que al decir “gestión del desempeño”, hacemos una relación con el objetivo de “lograr el desempeño”; en cambio, “evaluación del desempeño” es solamente una herramienta o una parte del proceso de “gestión del desempeño”.

Lo que sí es evidente es que existe una relación entre las dos, y ésta se manifiesta en la forma en que diseñamos la herramienta de “evaluación del desempeño”.

En Masvale, en consecuencia con nuestro método Silogice, diseñamos la herramienta de evaluación con especial énfasis en el lenguaje, el cual se orienta a tres principales ejes:

  1. Evaluar conductas. Para evaluar conductas, se requiere una redacción que las describa de una forma visible y medible. Por ejemplo, en lugar de evaluar la “responsabilidad”, que es un valor, describir la conducta de la “asistencia y puntualidad”, la cual es medible y observable. Lo mismo para la seguridad, en lugar de opinar si un trabajador “vela por la seguridad”, evaluar sus acciones concretas: “manipula las herramientas según normas”, “usa los elementos de protección personal”
  1. Decir lo que “sí” espera la empresa del trabajador. Usar una redacción positiva, lo que queremos alcanzar, genera pensamientos y por consecuencia, acciones, que acercan a la persona y a la empresa al logro de sus objetivos. En vez de decir “evita pérdidas”, decir “controla el flujo de mercaderías”
  1.  Retroalimentar para la acción. Es muy importante dar feedback de la evaluación para lograr el  compromiso de la transformación de la conducta. Esto se logra primero reconociendo lo positivo del desempeño del empleado, luego conversando las oportunidades de mejoras y cuál es la conducta a transformar; finalmente, terminar con una observación positiva que facilite tanto el compromiso como la relación entre el evaluador y el trabajador.

El uso del lenguaje dentro de las organizaciones es percibido por todos sus colaboradores; por tanto, posicionar las herramientas de evaluación con un diseño lingüístico como el descrito anteriormente,  ayudará a cada uno a dar lo mejor de sí para su desarrollo personal y profesional. Si requieres más información sobre herramientas para evaluar y lograr el desempeño, escribe a asesores@masvale.cl.

El lenguaje de “La organización emocional”

Por Lesly Medina

Durante esta semana estuve en la presentación del último libro del psicólogo argentino José María Saracho, docente de la Universidad de Santiago, cuyo título apunta a una idea con la que las empresas comienzan a volver su mirada, “La Organización Emocional”.

Saracho explicó durante la presentación de su libro, la influencia que ejercen las emociones en el funcionamiento de las organizaciones; idea de la que también me declaro partidaria, y a la cual agregaría que la manera en que se manifiesta esa influencia es el lenguaje, ¿cómo?, te lo explico de la siguiente manera.

¿Cómo sabes que tus colaboradores sienten frustración y apatía trabajando en tu organización? Eso es a través del lenguaje tanto verbal, paraverbal y gestual. Así que para gestionar las “emociones en la organización”, es lógico pensar que el lenguaje es una herramienta muy útil.

La idea que compartimos desde Masvale con nuestros clientes, en relación a la gestión de las emociones dentro de la organización, es que lograr una disposición de emociones positivas tiene el objetivo de motivar a los colaboradores en la conveniencia  mutua de lograr las metas de la organización.

Nuestra metodología Silogice, permite desarrollar herramientas de lenguaje efectivas para lograr metas dentro de una organización es una conjunción de: “lenguaje positivo” que dispone en el “Modo Sí” para desarrollar, lo que Saracho denomina  “confianza”; el “lenguaje responsable” que apunta a que cada colaborador reconozca cuáles son y hasta dónde llegan sus responsabilidades para desarrollar la “pertenencia” en la meta común; y el “lenguaje integrador”, el cual apunta al “liderazgo”.